Mucha gente confunde
los depósitos de archivos con los almacenes de cosas inservibles. A cada rato, visitando
empresas, nos encontramos con cajas de documentos compartiendo espacio con
repuestos de vehículos (gomas, baterías etc.), con el arbolito de Navidad, con
equipos dañados (PCs, impresoras etc.). A veces hemos visto también bicicletas…
Tampoco es raro
encontrarse con visitantes extraños. Estamos acostumbrados a ver ratones,
cucarachas, comejenes y hasta culebras y murciélagos; pero ¿qué decir de un “almacén”
de documentos donde entran gatos, gallinas y chivos? Hasta vimos vacas – sí,
vacas – con acceso a documentos valiosos para la administración estatal.
Los archivos no pueden
conservarse adecuadamente en esas condiciones y el (la) archivista debe
hacer que la gerencia tome conciencia a fin de que se tomen medidas, antes de que
desaparezcan documentos que la empresa o el país necesita.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario