martes, 26 de noviembre de 2019

La continuidad en los archivos del Estado dominicano


Visitando últimamente numerosos archivos del Estado dominicano, me estoy preguntando una vez más cuál será el futuro del patrimonio documental del país. Algunos siguen religiosamente un sistema implantado en el 2000, o sea hace 20 años, sin pensar en modificar nada; otros han abandonado ese mismo sistema sin crear uno nuevo. el resultado general es el caos. 
Cierto que ahora todo el mundo quiere digitalizar y piensa que eso será la panacea universal, lo que obviamente no es mi opinión. ¿Dónde aprenderán los descendientes de esa generación la historia de su país? ¿Quién me asegura que la data digital se conservará con la misma suerte que el papel? ¿Sabemos que el papel ha traspasado los siglos, pero una imagen digital? También hemos visto muchos proyectos de digitalización fracasados por la mala planificación y preparación de ese proyecto. Y de toda manera, la ley todavía obliga a conservar documentos papel.
No debemos descuidar la conservación de los documentos papel mientras no haya una solución digital confiable. Recordamos que la Ley General de archivos 481-08 sanciona los diferentes actores del flujo documental, responsable de su conservación y del acceso a la información que contienen los documentos.
Los archivistas dominicanos deben mostrarse un poco más pro-activos y creativos. No se le puede dejar todo al Archivo General de la Nación, el cual además parece estar muy alejado de la realidad. A menudo me señalan que los formularios integrados al Reglamento 129-10 para varios procesos no pueden utilizarse tal como están porque nadie los entiende y no hay técnicos suficientes para enseñar de manera repetitiva a todos los órganos del Estado. Recordamos que, en el país, la mayoría de los archivistas lo son mientras acaben su carrera, que no tiene nada que ver con la archivística.
Es urgente una capacitación archivística, pero una capacitación “aterrizada”, sencilla, acorde con el nivel de la mayoría de los “archivistas” o mejor dicho de los empleados colocados en puestos de archivistas.
Si no se efectúa pronto, y de manera regular, en unos 100 o 200 años, no se sabrá que ha ocurrido en la época actual, porque los documentos papel habrán desaparecido y la data digital posiblemente no se haya conservado correctamente, o no la podrán leer por la no migración regular a formatos más modernos.

miércoles, 8 de mayo de 2019

A los 10 años del colapso del Historisches Archiv der Stadt Köln (2009)


Estaba leyendo varios "post" de colegas, recordando esa tragedia archivística y humana, ya que fallecieron varias personas. Ya pasaron 10 años del colapso del Archivo Histórico de Colonia, uno de los más grandes de Alemania, donde los trabajos para la ampliación del metro provocaron un derrumbe de tal magnitud que 27,000 metros lineales de archivos quedaron bajo hormigón. Muchos documentos de gran valor sufrieron tanto por el derrumbe como por el agua posteriormente, pergaminos del siglo X, la historia del municipio desde el siglo XIV, manuscritos originales de Offenbach y Wagner, la obra de Heinrich Böll, Nobel de Literatura 1972, manuscritos de Napoleón, Karl Marx, Friedrich Engels, mapas, fotografías. Se logro rescatar una gran parte de los documentos gracias a la colaboración de archivistas del mundo, en especial de los colegas del “Bouclier Bleu” (Escudo Azul), siempre voluntarios en caso de catástrofes.
Recomendamos la lectura del artículo de Odile Jurbert, publicado en el 2011 en la Gazette des Archives "L'effondrement des Archives de Cologne: bilan y perspectives (mars 2009-mai 2011).




© Agencia EFE Una archivista busca entre los escombros del Archivo Histórico de Colonia en marzo de 2009, tras el derrumbe del edificio. EFE/Archivo

viernes, 8 de febrero de 2019

Protección del patrimonio

Recibí hace poco una invitación para un congreso en Alexandría (Egipto) sobre el tema " De la piedra al papel, del papel al digital: cuales medios para salvaguardar el patrimonio?" ( "De la pierre au papier, du papier au numérique: quels moyens de sauvegarde du patrimoine?").
Un evento muy interesante, especialmente porque tendrá lugar en una zona muy sensible, afectada por un terrorismo al cual no le importa la conservación de la memoria histórica. El patrimonio africano y árabe está cogiendo el riesgo de desaparecer, tanto por la destrucción insensata como por los saqueos frutos de las intervenciones externas. Hay numerosas referencias en Internet. Cito algunas:


Recordemos el incendio que acabo con la Biblioteca Nacional de Bagdad, donde desaparecieron miles de manuscritos, patrimonio de la humanidad, que nunca podrán ser recuperados. Nadie los protegió, porque al parecer el petroleo es más importante que las raíces de la Humanidad.

Pocos mencionan lo que debe ser la protección del patrimonio documental digital.

"Cualquiera sea el formato de origen de esta información - documentos creados digitalmente o versiones digitales de documentos analógicos -, asegurar su permanencia es la tarea básica de la buena administración y las políticas efectivas." (UNESCO, Declaración de Vancouver, 2012)

Las recomendaciones de la UNESCO, no solo se dirigen a los gobiernos, sino también a las industrias que deben:
"  a. Asegurar a largo plazo la accesibilidad a la información digital.
  b. Adherir a estándares descriptivos y estándares de metadatos reconocidos para permitir la creación de repositorios digitales de confianza."

En un país como la República Dominicana, donde la mayoría del patrimonio documental anterior a la Independencia se encuentra en archivos extranjeros, es importante no permitir que desaparezca su historia actual. Las medidas tomadas hasta ahora todavía son muy tímidas y en lo que se refiere a los archivos empresariales, fuentes de la historia económica del país, inexistentes. 

En cuanto a lo digital, al parecer, a pocos les importa, y en mis visitas a organizaciones públicas no veo medidas que vayan en ese sentido. Al contrario, todos se quejan de la falta de presupuesto. En las organizaciones privadas, en la mayoría de los casos, la conservación de los archivos - papel o digital -no se considera prioritario, y los medios asignados son irrisorios. 

¿Que les vamos a dejar a nuestros descendientes?

viernes, 11 de enero de 2019

Los archivos de la Jurisdicción Inmobiliaria

Recientemente, conversando con unos amigos, salió a flote el tema de los archivos de la Jurisdicción Inmobiliaria, que todo nuestro equipo conoce bien por haber participado en su recuperación desde el año 2001. Un proyecto colosal, financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo. A parte de los archivos se trabajó con tecnología de punta en su momento, con la cartografía dominicana. Se construyeron edificios. Se capacitaron empleados, agrimensores, jueces y registradores. Un gran proyecto en el cual me honra haber participado, con un excelente equipo, muy dedicado. Un gran logro del cual es testigo el público que entra a consultar documentos en las salas de consultas en todo el país. (Ver artículo publicado en la Revista Arhivelor en Bucarest en 2008: Un projet de numérisation: Les archives de la Jurisdiction Immobilière de la République Dominicaine ).

Pero cualquier proyecto, cuando deja de ser proyecto y se vuelve día a día, debe ser mantenido. En la parte que me concierne, o sea los archivos, lamento que todavía no se haya tomado decisión para una construcción de depósitos que lleva esperando ya varios años. El espacio actual, alquilado en el 2003 por 6 meses (!) no permite ya una conservación adecuada de los documentos inmobiliarios. Recordemos que esa documentación es de tipo permanente y nunca será enviada al Archivo General de la Nación (Ley 481-08). 

Lo mismo pasa con el resto de los archivos de la Suprema Corte de Justicia, esperando también por esa soñada construcción para albergar sus archivos durante 50 años como manda la Ley General de Archivos. El Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, cuyos archivos penales fueron organizados por nosotros y entregados en el 2001, luce de nuevo abarrotado de documentos: no hay donde enviarlos. El mismo problema: el mantenimiento.

Esperamos que los cambios a venir en la Suprema Corte de Justicia aportarán también un cambio positivo en todos sus archivos.