lunes, 2 de noviembre de 2020

Reflexiones sobre una pandemia

 La situación actual debe generar reflexiones. Antes del COVID-10, gran parte de la población mundial no sabía lo que es una pandemia y lo están aprendiendo "a la mala" como dicen los Dominicanos. Sin embargo, las pandemias han sido un mal conocido al nivel mundial desde muy temprano y han sido descritas tanto por historiadores como por novelistas, dramaturgos y poetas. Conciernen varias enfermedades: peste, cólera, lepra; algunos mencionan como pandemia el ébola en el continente africano. 

Un interesante reportaje de France 24, cita 5 pandemias principales obviamente visto del lado europeo:

   1. La peste de Atenas, 430 A.C., primera pandemia documentada de la Historia, vino de Etiopía y mató a 1/3 de la población de la ciudad. Fue el inicio del fin del apogeo de Atenas. Tucidides, en la Historia de la Guerra del Peloponeso (Libro II, cap. 8) describe con muchos detalles los síntomas de la enfermedad y las consecuencias sobre el funcionamiento de Atenas.

   2. La peste negra o bubónica, en el siglo XIV, traída de China por los barcos. La transmisión de la bacteria Yasinia Pestis de las ratas a los humanos mató un estimado de 200 millones de personas en Asia, Europa, África. Se estima que acabó con la mitad de la población europea.

   3. El cólera en el siglo XIX es la primera pandemia global puesto que llegó a las Américas. Nacida en la India, viajó por los puertos, haciendo aproximadamente 1 millón de víctimas.

  4. La gripe española (1918-1919) vino probablemente de Asia a los Estados Unidos, donde los soldados la llevaron a Francia y Europa. Mató 50 millones de personas en el mundo, más que la Primera Guerra Mundial (18 millones).

  5. El VIH/SIDA apareció en 1980 en África. Se estima que a la fecha hay más 25 a 35 millones de víctimas en el mundo.

Esa cifra es muy limitada. Hay muchos otros casos, desde la peste Antonina o plaga del Galeno por los años 165-180 D.C., que mató de 3.5 a 5 millones o sea 7 a 10 % de los habitantes del Imperio Romano; la de Justiniano (541-750), que mató a unos 40 millones, acabando con el Imperio; la gran plaga de Londres, la viruela que mató a más de 90% de los nativos americanos, entre otras epidemias o pandemias.

Según las estadísticas del John Hopkins, al día de hoy 2 de noviembre 2020, hay 1,201,833 muertos en el mundo en menos de 1 año, lo que asimila esa pandemia al cólera del siglo XIX, pero queda todavía muy lejos de la peste negra o de la gripe española. Obviamente, no hemos llegado al final y esa cifra cambia a diario. 

Orígen o causa

Un punto interesante es la causa o el orígen de la pandemia. Han señalado que el COVID-19 tiene su orígen en la zona de Wuhan en China. Gracias a la globalización, se propagó de inmediato mucho más rápido que en tiempos pasados donde llegaba por medio a los barcos. La velocidad actual de los medios de transporte hace que cualquier enfermedad llega a sitios remotos en cuestión de horas. El desconocimiento de la enfermedad, al igual que en los siglos pasados, ayudo a su propagación. 

Pero lo que es más interesante todavía es ver que en el siglo XXI, donde los conocimientos científicos no son aquellos de la Edad Media, podemos leer en el Internet una declaración yihadista del grupo Estado Islámico "que la pandemia de coronavirus es un castigo de Dios a Occidente y un tormento divino contra los cruzados". El ex luchador Hulk Holgan comenta que "tal como lo hizo con las plagas de Egipto, Dios nos ha quitado todo lo que adoramos". El Ministro de Salud israelí, Yaakov Lizman, declaró que el COVID-19 era un castigo divino a la homosexualidad. 

Otras causas son atribuidas a conspiraciones de la CIA, de Bill Gates para controlar el mundo por el 5G, o a un arma biológica para atacar a China.

 Pandemia e Historia

 ¿Cuál será la visión de las generaciones futuras sobre esa pandemia? ¿Estamos documentando hechos reales y comprobados? ¿O solo estamos esparciendo rumores? ¿Son confiables las cifras publicadas? El número de entradas en arroja al día 23 de octubre más de 6,000 millones de entradas de todos tipos: sanitarias, económicas, turismo, religiosas, etc. Entre ellas muchas repeticiones y mucha basura. Y ni hablar de las redes sociales que no deberían reproducir informaciones no verificadas.

 Más serias las organizaciones relacionadas con la salud. La OMS actualiza regularmente su página. La OPS publica un listado de artículos en revistas científicas, al igual que la US National Library of Medicine, National Institute of Health, la Revue médicale suisse, Podemos constatar también que los avances en el conocimiento de la enfermedad llevaron a dos revistas de prestigio The Lancet y The New England Journal of Medicine a retirar artículos considerados erróneos. Y más, se publica un listado de revistas no confiables! Eso es la magia del internet y de la globalización, una gran ventaja que no tuvieron nuestros antepasados que duraron siglos para darse cuenta de sus errores. 

Los archivos nos dan las pruebas que fue solo en el siglo XVI que "se descubrió que el aislamiento de los enfermos permitía limitar la propagación de la enfermedad". 

En cuanto a las descripciones de los males, una de las más detalladas es la que hace Tucidides en su Historia de la Guerra del Peloponeso:

« Aquel año, la población había salido bastante ilesa de toda enfermedad, pero todas las que corrían acababan sin remedio al mismo mal. En general, la gente se sentía afectada de repente, sin señal precursora, estando en buena salud. Se notaba violentes calores en la cabeza, los ojos estaban rojos e inflamados ; en el interior, la faringe y la lengua se volvían sangrientos, la respiración irregular, el aliento fétido. A estos síntomas sucedían el estornudo y la ronquera ; poco tiempo después, el dolor alcanzaba el pecho, acompañándose de una tos violenta ; cuando la enfermedad se atacaba al estómago, le provocaba trastornos y se desencadenaba, con dolores agudos, todos tipos de evacuación de bilis… Casi todos los enfermos sufrían arcadas que no eran seguidos de vómitos, pero acompañadas de convulsiones ; en unos las arcadas cesaban inmediatamente, en otros, duraban mucho tiempo. Al tocarla, la piel no estaba caliente, tampoco estaba lívida, sino rojiza, con una erupción de ampollas y úlceras ; pero en el interior, el cuerpo estaba tan caliente que no soportaba el contacto de la ropa y de telas más finas ; los enfermos se quedaban desnudos y tenían la tentación de tirarse en agua fría ; es lo que les pasó a muchos de ellos : sin vigilancia, presos de una sede inextinguible, se tiraron en los pozos. »

Numerosas obras describen o se refieren a alguna pandemia; en una próxima entrega, publicaremosuna pequeña bibliografía sobre el tema.