No solo los archivos de los hospitales merecen
atención. Las clínicas privadas y los consultorios médicos sufren también de la
falta de conocimientos archivísticos básicos. Me acuerdo de una clínica cuya
mezzanine de madera estaba repleta de expedientes de pacientes, visitados por
roedores cuyos rastros se veían tanto en los excrementos dejados por doquier
como en los mismos expedientes dañados ya de forma irreversible.
¿Podremos un día reconstruir la historia de la
medicina en República Dominicana si no quedan archivos?
Para finalizar esa pequeña reflexión, les comparto la
imagen que la motivó, recibida por intermedio de un amigo archivista.
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