Según una noticia de hoy 17/09/2024 del periódico francés Le Monde, el "cold case" resuelto se refiere a la identificación del segundo sarcófago antropomórfico plomado descubierto debajo de la catedral Notre-Dame de Paris cuando se hicieron excavaciones previas a la instalación del andamio de 100 metros y 700 toneladas para la reconstrucción de la flecha de la catedral.
El
primero fácilmente identificado gracias a la placa indicando Antoine de la
Porte, canónigo de la iglesia, fallecido en 1710. El segundo era un enigma
hasta hoy y la declaración del Profesor Eric Crubézy, pionero de la
archeoantropología en Francia, especializado en identificaciones similares. El ataúd
pertenece a Joachim Du Bellay, poeta francés, fallecido en 1560 a los 35 años y
enterrado bajo la catedral, en una tumba hasta hoy “perdida”.
Me
maravillo constantemente de los descubrimientos que permiten los adelantos de
la ciencia y de la tecnología. Lograr leer una tabla de barro de
hace 8000 años o unos cuerpos de cinco siglos atrás nos muestran que una investigación
paciente lleva siempre a resultados. Se asimila
al trabajo del archivista, tratando de encontrar una línea directriz en un
amontonamiento de documentos sin identificar, buscando identificar algo en
medio de un desastre, a lo mejor una prueba perdida, causa de la quiebra de una
empresa o de la condena de un inocente. Hay que tomarse su tiempo, reflexionar,
verificar, consensuar y no perder su integridad. La investigación antropológica,
al igual que la archivística, siguen reglas claras y estrictas que permiten al antropólogo
identificar un esqueleto viejo de cinco siglos y al archivista custodiar y
conservar adecuadamente los documentos que pueden servir de respaldo al antropólogo,
al médico, al juez, o simplemente hacer conocer al interesado la historia de
una persona o de una organización.